Hay veces en que no hace falta borrarlo todo y volver a empezar. Con una corrección basta.
Es decir, si tu web no conecta, tus emails no convierten o tus post de LinkedIn no consiguen recomendaciones, quizás solo hay que darles una pequeña vuelta.
Y para ello, hay que saber qué es lo que no está funcionando.
En la mayoría de ocasiones pensamos que es el texto en sí. Expresiones, ideas, palabras…
Pero puede que este no sea el único problema, o que ni siquiera lo sea.
A la hora de escribir un texto, ya sea que esté enfocado a marketing, ventas o publicidad, es necesario prestar atención a aspectos muy variados.
Solo una buena auditoría de copywriting puede identificar cuál de ellos es el que está fallando para corregirlo.
¿Qué te parece si enumeramos dichos aspectos?
Cuándo hacer una auditoría de copywriting
Una buena revisión y corrección de textos puede cambiar los resultados de una campaña de forma drástica.
Con lo que, si has notado que no estás consiguiendo las cifras que esperabas, antes de dar tu estrategia por perdida, échale un vistazo a lo que estás contando.
En general, cuando una estrategia falla, hay múltiples elementos a revisar: fechas de ejecución, mercado, competencia, oferta, perfil de cliente ideal, publicidad, checkouts, automatizaciones… Y como decíamos, el copy.
Una auditoría de copywriting puede ayudarte a detectar dónde está el fallo para poder corregirlo y mejorar resultados (en caso de que el problema sea el texto).
Pero ¿cómo se hacen este tipo de revisiones?
La previa: recopilar información
Todos los copys tenemos un cuestionario que suele ser el documento más temido por nuestros clientes.
Este documento los pone a trabajar. Pero es sumamente importante.
Toda la información que se recoja en él será la base del texto que creemos. En este caso, de la auditoría que llevemos a cabo y las correcciones que propongamos.
Sabemos que puede ser tedioso, aunque en mi caso suelo dar facilidades a la hora de completarlo.
Pero merece la pena invertir tiempo y esfuerzo en él. A veces también les sirve a los propios clientes para indagar sobre su negocio o implementar futuras estrategias.
Dicho esto, ¿qué tipo de información debes recopilar?
- La empresa. Nos interesa conocer asuntos como su razón de ser, en qué se quiere convertir, sus valores, sus orígenes e historia, curiosidades… Qué hace, con quién trabaja o qué solución aporta.
- El sector y la competencia. A continuación, también es importante tener datos sobre cómo está el sector y qué está haciendo la competencia.
- El valor de lo que se está vendiendo. La oferta, es decir los productos o servicios que ofreces van a marcar en gran medida la comunicación. Por lo tanto, es fundamental que esta parte esté muy clara.
- Cliente ideal. Igual que el punto anterior, para poder llevar a cabo una revisión y corrección de textos, es primordial saber a quién le estamos hablando. Cuáles son sus gustos, intereses, miedos o preocupaciones son algunos de los temas a concretar.
- Tono de voz. Por último, la forma en que se expresan las palabras también influye en lo que se transmite. Es fundamental definir el tono de voz de una marca para lograr que el lector se lleve la imagen adecuada de la misma.
Checklist: Elementos a analizar
Ahora sí, describamos uno por uno los elementos que se deben contemplar en una auditoría de copywriting.
En base a la información anterior, se podrán plantear modificaciones o mejoras que nos ayuden a conseguir resultados más óptimos.
1) Estructura estratégica
Para lograr que el usuario realice una determinada acción, la conversación que mantenemos con él a lo largo del texto debe seguir una estructura.
Por lo tanto, el primer elemento a examinar será este. Así como la estrategia que se persigue con él.
De este modo conseguimos crear un texto persuasivo que acompaña al lector desde el principio hasta el final generando interés y deseo de tomar acción.
2) Claridad en el mensaje
Otro de los puntos que deben estar bien trabajados es la claridad en el mensaje. No podemos ser ambiguos o dar por sabido determinados temas.
Hay que hablar con total claridad y explicar cualquier aspecto en detalle.
El lector debe entender fácilmente lo que le estamos contando o lo que le estamos ofreciendo. De lo contrario, no tomará acción.
La mejor forma de descubrir si tu mensaje es claro, es pidiéndole a cualquier persona de tu alrededor que lo lea.
Es probable que si no es tu cliente ideal, no conecte con él, pero sí debería entender lo que se busca transmitir.
3) La oferta
Si se trata de una carta de ventas, una web, página de servicios, email de venta o similar, es fundamental que la oferta quede perfectamente explicada.
Es imprescindible especificar en qué consiste, sus características y qué incluye.
Estos tres puntos no pueden faltar en una auditoría de copywriting.
Por otro lado, si a esto sumamos algunos testimonios que apoyen el valor de la oferta, habrá más probabilidad de que el lector acabe accediendo a ella.
4) Creatividad y originalidad
Si los textos están escritos en base a la información que detallamos antes, serán originales. Y con original me refiero a que no serán copiados de la competencia.
Un texto sin esencia y que dice lo mismo que otro, no causará el efecto que buscamos.
Dicen por ahí que un buen copy es aquel que genera la misma sensación que cuando oímos una canción y pensamos que parece escrita para nosotros.
Por otro lado, un toque de creatividad es básico. Aquí podemos tirar de metáforas, storytelling y recursos similares.
5) Accesibilidad en el lenguaje
Un lenguaje accesible es aquel que es fácilmente entendible. Solemos pensar que hablar con tecnicismos suma profesionalidad, pero a veces resta comprensión.
Es por ello que hay que buscar el equilibrio más óptimo.
Según el tipo de negocio y el sector, será necesario añadir palabras más o menos técnicas, pero debemos asegurarnos de que nuestro lector las entenderá.
Aquí es donde entra el nivel de consciencia del cliente que, además de jugar un papel fundamental en la estructura estratégica del texto, tiene especial protagonismo en el lenguaje que se use.
6) Tono de voz
Para hacer una revisión y corrección de textos perfecta es esencial atender al tono de voz de los mismos.
¿Es coherente con el resto de comunicados de la marca? ¿Transmite realmente la imagen que queremos?
Estas dos son las dos preguntas más importantes que deberías hacerte para comprobar si el tono de voz que tiene el texto es el que realmente requiere.
7) Gramática y vocabulario
Por último, no podemos pasar por alto la gramática y la riqueza léxica de un texto.
Hay que vigilar con especial esfuerzo faltas de ortografía como, por ejemplo, el queísmo, leísmo, la redundancia, la pobreza léxica, falta de tildes, ausencia de “h”, el uso del porqué, porque y por qué… O el fantástico error: súper bien o súper especial.
La forma correcta de escribir estas últimas palabras es: superbién y superespecial.
Conclusiones
Una auditoría de copywriting es fundamental cuando un texto no está dando los resultados previstos.
Además de revisar el texto en sí, hay que fijarse en elementos que una persona que no es profesional suele pasar por alto.
Por ello, si te apetece que revise algunos de tus textos, te animo a que agendes una reunión conmigo y me cuentes sobre tu negocio o empresa.
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